Cantar bien y saber cantar ¿Cual es la diferencia?

Siempre recuerdo mis primeros años en la música. Comencé a cantar a la edad de 5 años de la mano de mi abuelo y como todo niño que canta llamaba la atención solo por ser un niño cantante. Fueron muchas las veces que al bajar de la tarima escuché a alguna persona decirme: Nene, pero que bien tu cantas. Fueron años en los que no hacia falta mucha técnica pues el solo hecho de ser niño me servía para tener cierto grado de éxito. Pero, ¿que pasó? Pues que crecí y con el desarrollo mi espectacular voz aguda de niño, que tantas satisfacciones me trajo, se fue a formar parte del grupo de micro islas en el océano Indico al norte de la isla Mauricio. Así, de la nada, me quedé sin el instrumento que hasta ese momento de mi vida me había dado mis mayores satisfacciones. Tuve entonces que aprender a entonar nuevamente pero esta vez con la obligación de tener que hacerlo bien en todas las facetas del canto porque no se había ido solo la voz, sino también el niño. Y así fue. Con mucha práctica pude volver a cantar bien.¿Por qué les hago todo este relato? Porque quiero que sepan que tanto el niño como el joven adulto que fuí , de acuerdo a mi juicio y al de muchas personas que me rodeaban, cantaban bien pero con el paso del tiempo me di cuenta de que no sabían cantar. Me explico: cantar bien podemos asociarlo con cantar en tono, con el sentimiento adecuado y la expresión necesaria para que su interprete sea capaz de llevar el mensaje al público, transmitirlo y que ese mismo público lo haga suyo. Cantar bien puede llegarnos como un don divino o inclusive podríamos asociarlo a esa frase que repiten bastante y que dice que con el talento, se nace. En cambio saber cantar es otra cosa. Saber cantar tiene que ver con la postura adecuada, con las respiraciones correctas, con el conocimiento que uno tiene de su registro, con los ejercicios vocales que ayudan al desarrollo pleno de la voz, con saber cuales son los hábitos alimenticios que nos afectan a la hora de cantar, con el conocimiento del instrumento propio y la educación vocal que se tenga. Podemos concluir entonces que cantar bien es un asunto de gustos mientras saber cantar es un asunto de técnica. Toda persona que, para opinión propia o ajena, entienda que canta bien tiene el deber de aprender a cantar para que pueda conservar su instrumento el mayor tiempo posible e ir mejorando su desempeño paulatinamente, cosa que con talento solo no podrá conseguir. En el transcurso de las próximas semanas, comenzando el próximo martes, estaré desglosando y compartiendo con ustedes por medio de este blog, algunos ejercicios y consejos útiles que pueden llevarnos gradualmente al pleno desarrollo de nuestra voz. Estos, les aseguro, pueden ser útiles tanto al cantante aficionado, al profesional e inclusive a personas que utilicen su voz como instrumento diario de trabajo (maestros, oradores, conferenciantes etc.). Si eres como yo, de esos que olvidan las cosas si no las apuntan, suscribete a esta página y recibirás una notificación en tu correo electrónico cada vez que salga un nuevo escrito. Estos,ocasionalmente, vendrán acompañados de algún video que sirva para poner en practica lo expuesto en el artículo. Es momento de comenzar a desarrollar nuestro instrumento vocal. ¡Suscríbete ahora mismo a esta página y manos a la obra! 

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Francisco Javier Quiñones es profesor de música y dirección coral. Su extensa carrera en el ambiente artistico, educativo y musical de más de 25 años le ha permitido trabajar con un sin número de jovenes y cantantes de renombre presentandose también en grandes escenarios abarcando géneros cultos y populares.  

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www.fjmusicpr.com

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